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LA DIETA VEGETARIANA Y LA SALUD BUCODENTAL

Si entre tus propósitos de Año Nuevo está un cambio en tu estilo de vida y tu alimentación, no olvides valorar tu estado actual de salud y céntrate en cuidarte.

 

Ahora que comienza el año son muchas las personas que se proponen cambiar su alimentación en un intento de llevar una vida más sana. Sin embargo, cuando se pasa a un estilo de vida vegetariano, conviene informarse bien acerca de cuestiones a tener en cuenta para que la salud no se vea negativamente afectada por algo con lo que se pretende incrementar la sensación de bienestar y calidad de vida. Este tipo de dietas se caracterizan por dejar a un lado alimentos de origen animal, en ocasiones sólo la carne pero a menudo también productos tan integrados en nuestras dietas habituales como los huevos y los lácteos. En consecuencia, es frecuente que la presencia y niveles de ciertos micronutrientes en las personas que siguen este tipo de alimentación sean diferentes, lo cual, en algunas ocasiones, puede derivar en problemas de salud.

 

Según lo que puede extraerse de un estudio de la Academia de Odontología General (AGD)*, estas carencias nutricionales pueden tener consecuencias para la salud bucodental, en concreto enfermedades de las encías como la gingivitis o periodontitis. Esto se atribuye a los bajos niveles de vitamina D y calcio al que pueden estar expuestas las personas que eligen este tipo de dietas, a causa de la ausencia de productos como la leche, huevos o pescado. Estos nutrientes tienen una acción positiva sobre la pérdida ósea y la inflamación sistémica, ambos claros síntomas de la gingivitis y la periodontitis.

 

Una opción para quienes sigan o estén interesados en comenzar una dieta de vegetariana consiste en tratar de contrarrestar los riesgos a través del consumo de otros productos ricos en vitamina D o calcio como los frutos secos, la soja o las verduras de hojas verdes. También se puede considerar el consumo regular de complejos vitamínicos. Para la producción de vitamina D, el exponernos con cierta frecuencia al sol facilitará que nuestro organismo la produzca.

 

La clave de una boca sana, si pensamos en la alimentación, consiste en llevar una dieta rica y equilibrada, acompañada de una higiene bucodental adecuada. Por ello, es conveniente considerar la opción de consultar a un médico o especialista en nutrición para estar seguros de que no falte nada a la dieta. Y por supuesto, sería de utilidad comentar también con tu dentista ese tipo de cambios en los hábitos de alimentación para que recibas asesoramiento personalizado acerca de la mejor manera de integrar esta dieta en tu vida.

Así que ya sabes, si estás considerando un cambio de alimentación, en Clínica Dental San Gregorio en Telde atenderemos encantados cualquier consulta relativa a la salud de tu boca y a tu bienestar.

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