En el fondo de nuestra cavidad bucal, tan discreta que pasa desapercibida, se encuentra la campanilla, ¿te has preguntado alguna vez su función?
Su verdadero nombre es úvula, aunque debido a su tamaño y posición se la conoce popularmente como campanilla. Situada a la altura de la raíz de la lengua, en la zona del paladar blando que hay entre las amígdalas, este pequeño músculo tiene un aspecto demasiado caprichoso como para no generar en algún momento la curiosidad acerca de qué hace ahí. Al contrario de lo que sucede con otras partes del cuerpo sobre las que existe un mayor consenso acerca de sus funciones concretas, en el caso de la campanilla siguen habiendo diferentes teorías, y no hay ninguna evidencia científica que responda de manera contundente esta pregunta.
PROTECCIÓN DEL APARATO RESPIRATORIO
Una de las teorías más extendidas es la de que su posición en la frontera entre la boca y el aparato respiratorio la convierten en una manera de proteger a este último, impidiendo que los alimentos y líquidos pudieran pasar a la faringe, dirigiéndolos al esófago. Cuando tragamos, la úvula retrocede protegiendo el orificio de unión de la cavidad bucal y nasal, de ahí que cuando algo interrumpe ese proceso nos vengan esas repentinas ganas de toser o sintamos como parte de lo que comemos o bebemos pasa a nuestra cavidad nasal. A todos nos ha pasado eso de que nos venga un estornudo o el impulso de estallar en carcajadas justo cuando vamos a tragar, por ejemplo.
PROCESO DEL HABLA
Otra explicación viene desde la fonética, otorgando a la úvula un papel de cierta relevancia en el complejo proceso que da lugar al habla. Sobre todo en ciertos idiomas, extirparla podría generar problemas de articulación y dificultad para emitir ciertos sonidos.
VESTIGIO EVOLUTIVO
Sin embargo, otros directamente afirman que no cumple ninguna función. Se trataría en este caso de un vestigio evolutivo al igual que el apéndice o el coxis, una parte de nuestro cuerpo que da testimonio de algún órgano que en fases evolutivas mucho anteriores cumplía una determinada función, pero que ahora está en desuso. Dado que se trata de un músculo sólo presente en los mamíferos, algunos consideran que podría tratarse de un vestigio del velo paladar de los reptiles acuáticos que separa sistema digestivo y respiratorio al morder bajo en agua.
En cualquier caso, cabe recalcar que todas estas explicaciones son teorías y sería arriesgado tomar cualquiera de ellas como definitiva. La cavidad bucal es un sistema complejo que no deja de dar pie a la investigación y del que aún hay mucho que decir. ¿Te gustaría saber más acerca de este y otros temas relacionados con las salud bucodental? No dudes en ponerte en contacto con Clínica Dental San Gregorio en Telde… ¡estaremos encantados de resolver tus dudas!