El habitual consumo de productos refrescantes azucarados puede representar un riesgo para nuestra salud bucodental. Sin embargo, existen sencillas y deliciosas alternativas caseras a los populares refrescos y helados.

 
El pasado marzo la Organización Mundial de la Salud llamaba la atención sobre el alto contenido en azúcar en los hábitos alimenticios de la población, así como de dos de las principales y graves consecuencias que de ello se derivan: sobrepeso y caries. Desde el punto de vista de la salud bucodental, sin duda esto nos obliga a estar más atentos. Especialmente en esta época del año en la que, para contrarrestar las altas temperaturas, tendemos a consumir toda clase de bebidas y productos refrescantes que en su mayor parte presentan un alto contenido de azúcar.

 
Para reducir el consumo de dichos productos, desde Clínica Dental San Gregorio en Telde te proponemos dos sencillas ideas como alternativas:

 
– Limonadas y aguas con sabores: Algo tan fácil y rápido como cortar fruta en rodajas y añadirlas,  junto con unos cubitos de hielo, al agua de tu elección, ofrece un gran número de posibilidades con las que no echarás de menos ningún zumo o refresco embotellado. Prueba con sandía, fresa, limón con un toque de romero, caña de limón o menta. Y si echas de menos el toque dulce, un buen sustituto podría la stevia… ¡sin olvidar después el necesario cepillado de dientes!
– Polos caseros: A veces se nos olvida que un polo no es más que un líquido de agradable sabor que ha sido congelado. ¿Por qué no hacerlo nosotros mismos? No tienes más que coger cualquier limonada o zumo casero, incluso algún yogur bajo en azúcar, verterlo en un molde para polos (a menudo muy económicos en tiendas de utensilios de cocina) y congelarlo durante aproximadamente 3 ó 4 horas.

 
En ambos casos, los límites en cuanto a las posibilidades los pone tu creatividad, así que disfruta de experimentar con los sabores que más te gustan a la vez que cuidas de tu boca y de tus dientes.